miércoles, 14 de octubre de 2015

Sin palabras

Lo más importante de la comunicación, es escuchar aquello que no se dice”.
Peter Drucker (1909-2005)

Sobran las palabras, pensó. Su mirada permanecía atenta a lo que estaba contemplando. Su amigo, también absorto, no acertaba a pronunciar palabra. En frente de ellos una visión que se repetía cada día, más o menos a la misma hora. Cogidos de la mano y extasiados por tanta belleza, asistían una vez más, al merecido reposo del astro rey. El Sol, con calculada languidez, cedía su protagonismo al concierto de estrellas emergentes que anunciaban la noche. Poco antes, mientras ella preparaba la cena y el ponía la mesa, tuvieron una encendida disputa. Una tormenta de verano que les pilló por sorpresa. Comenzó por un mal entendido y subió de tono hasta alcanzar la intensidad de una batalla. Luego, como sucede con  ese tipo de fenómenos, llegó la calma. Se miraron a los ojos y la tensión cedió. Bastó tan solo una mirada para que el silencio les recordara los argumentos que les unía. Sobran las palabras, pensó ella. Él, la cogió de la mano y ambos se sentaros en el porche.

Algunas veces, olvidamos que es imposible no comunicar, que el silencio es una forma de comunicación; que el gesto también es comunicación, incluso el tono empleado al hablar, es tan importante o más,  que el contenido. Las palabras, no siempre son acertadas y aún siendo las correctas, necesitan la confirmación del otro para llegar a la misma conclusión. La comunicación es acción en común, pero sobre todo es interrelación.  La comunicación tiene su clímax en la conducta.  Nos afecta a todos aún cuando no seamos conscientes de ello. Hoy más que nunca, la comunicación es global. Hay tantos terminales con acceso a Internet como personas. Estamos comunicándonos continuamente y paradójicamente, no somos capaces de ponernos de acuerdo en qué es lo que debemos comunicar.  El hombre es un animal social, que tiene su reflejo en los demás.

El lenguaje es la parte más visible del acto de comunicación. Por eso, al considerar el estudio de la comunicación humana, debemos tener en cuenta tres puntos de vista diferentes: la estructura o sintaxis, el significado o semántica y por último, la pragmática, es decir los efectos que producen su interpretación. El primero punto, se relaciona con la trasmisión de la información y resulta independiente del significado. El segundo, presupone que quien emite el mensaje y quien lo recibe, se han puesto de acuerdo o comparten de antemano su significado. El tercero, hace referencia a cómo influye la comunicación pragmáticamente en la relación entre el emisor y  el receptor. Esto último es lo que sugiere la interrelación. Es decir, Lo que el otro nos dice nos afecta y lo que decimos, influye en nuestro interlocutor. El cómo percibimos el mensaje y su significado, condiciona  nuestra conducta.


Autor de varios libros, “El pensamiento estratégico” y “La gestión del rumor”, el semiólogo Fabio Gallego nos ofrece durante el vídeo de la entrevista que le hice para el “Club del Espejo”, algunas de las claves que hacen fácil la comunicación con los demás.


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